Un pequeño cambio en la forma en que Sabmiller prepara uno de sus ingredientes de la cerveza se podría establecer para hacer una contribución útil a la eficiencia y la sostenibilidad de sus fábricas de cerveza de todo el mundo. Esta técnica innovadora se llama "seco de-descascarado"o DDH iniciales en Inglés para abreviar. Les permite eliminar parte de la cáscara externa de los granos de cebada para malteada antes de comenzar la primera etapa del proceso de elaboración de la cerveza, ésto es conocido como maceración y consiste en remojar la cebada en agua caliente para extraer sus azúcares.
El sistema DDH tiene dos ventajas principales: primero, se utiliza menos energía en la maceración, ya que se requiere menos agua caliente para penetrar en los granos al no disponer de las cáscara. En segundo lugar, las cáscaras desechadas pueden ser recogida y utilizada como biocombustible para la caldera de la fábrica de cerveza, lo que significa una menor dependencia de los combustibles fósiles.
Sabmiller ha desarrollado DDH en colaboración con Dillenburger y Hertel, una empresa alemana con una tecnología innovadora reconocido para la elaboración de la cerveza. Tras una exitosa prueba piloto en la cervecería Mwanza en Tanzania ahora estan mirando para aplicar la tecnología al resto de sus fábricas de cerveza en todo el mundo.
Thomas Brewer, Gerente de Ingeniería en SABMiller, explicó: "Mediante el uso de DDH en Mwanza Cervecería hemos hecho una mejora significativa en la eficiencia energética y las emisiones, sin impacto en nuestras técnicas de elaboración de la cerveza tradicional o la calidad y el sabor de las cervezas que tenemos allí.
"El seco de-desgranado ayuda a la cervecera a ser un verdadero proceso circular que no genera residuos: la cebada se cosecha, es malteada y luego se muele, donde aprovechamos la energía de las cáscaras y podemos incluso hacer uso de la ceniza que se deja atrás, ya que puede ser utilizado como fertilizante para los campos en los que se cultiva la cebada ".
La iniciativa de DDH forma parte de un compromiso amplio para operar en un mundo limpio donde nada se desperdicia y las emisiones son mucho más bajos.
Las fábricas de cerveza ya reutilizan o reciclan el 89,6% de sus residuos en general, mientras que el 99% de bagazo son reutilizados por los agricultores como alimento para animales o para la generación de energía renovable. En Sabmiller van en el camino de alcanzar una reducción del 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2020.
