De acuerdo con el informe del USDA, se prevé que en la temporada 2022-2023 todas las categorías de cítricos experimenten descensos en su producción mundial debido a una combinación de factores negativos “como fenómenos meteorológicos adversos y el aumento de los costos de los insumos agrícolas”.
Eso evidencia como la variación climática incide en los medios de subsistencia, la agricultura, la infraestructura, los ecosistemas y la estabilidad económica. Todos hemos sentido de una manera u otra, el impacto del cambio climático. Las intensas sequías que en los últimos tiempos han castigado el territorio nacional y mundial, con inusitado rigor, han afectado tanto el suministro de agua potable y de riego, como la producción agrícola, con su secuela en la escasez de materia prima que ha derivado en el encarecimiento de varios productos”.
Un buen ejemplo lo tenemos aquí con la producción de naranjas y otros cítricos y sus derivados, productos saludables, que, como resultado del alza de las materias primas, se ha visto afectado el suministro a los mercados y ha incidido en el aumento de precios, a consecuencia del cambio medio ambiental. En consonancia con este informe, desde el año pasado, el Departamento de Agricultura de EE. UU. predijo que en la temporada 2022-2023, se esperaba que Florida produjera 20 millones de cajas de naranjas, una disminución del 51% con respecto al año anterior y la menor cantidad producida desde la temporada 1936-1937. En julio, el pronóstico había caído aún más. El mes pasado, el USDA dijo que esperaba que Florida produjera 15,9 millones de cajas en 2022-2023.
Debido a las variaciones atmosféricas, la floración de los árboles de naranja a nivel mundial decayó a consecuencia de los calores intensos y la sequía de este verano, la cosecha de la temporada 2022-2023 será muy escasa.
